Y te cuentan cómo él se transformó
en árbol porque así lo deseó
y se quedó plantado allí mirando
la tierra en que nacían flores nuevas.
Fue refugio de conejo y colibrí
y el viento le enseñó a qué saben, sí
a miel y la resina silvestres y la lluvia lo bañó.
Y mi felicidad -decía para sus adentros-
eso... eso... sé que ahora la encontré
eso... porque tengo
todo el tiempo ya para mí
ya no necesito más de nadie,
toda la belleza de la vida es para mi .
Hablado:
Y un día pasaron por allí
los ojos de una niña
que le habían robado al Cielo
el brillo de dos estrellas .
Y se estremecieron sus raíces.
Cuánto desconcierto
de improviso dentro de él
eso solamente siente el hombre sin la mujer
y alargó sus ramas hacia ella.
Sintió que la felicidad
no es nunca la mitad del infinito.
Luego, era el tiempo
sol y luna, nube y música
era el tiempo risa y llanto
y entre tanto
era un hombre que
a la vida despertó.
Era como el tiempo que llenaba
sus enormes solelades,
esa parte verdadera
que una fábula encantada
esconde en sí para ser en auténtica.
3 comentarios:
Oye guaton es muy linda esa cancion
ayyyyyyy qué lindooooooooo... es verdad, Eros Ramazzotti es un prodigio.
UN saludo de primera visita y otro de hasta otro día.
Gonzalo.
Gracias por refrescar la blogósfera con letras tan maravillosas.
Un abrazo.,
Libardo Buitrago
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